domingo, 29 de agosto de 2010

Va de lata



Esta cruz, es una de las piezas que más me ha gustado hacer y también de la que más me costó desprenderme. No se en que país del mundo estará, fui incapaz de descifrar el origen de su compradora, que a pesar del alto precio, debió ver en mí, una mirada de posesión sobre la pieza, pues pagó lo que le pedí e inmediatamente salió con la lata sobre su pecho. No le pude contar cuan especial era la cruz de lata que portaba.
Es de un patrón ya viejo, pero no tanto como la lata, inspirada en los antiguos kills patchwork. ¿Os podéis creer que para hacer esta cruz, destrocé literalmente un montón de bonitas latas antiguas o de colección? La última lata que compré, en el mercadillo de antigüedades de Consell, recuerdo la misma mirada de posesión de la encantadora vendedora cuando me dio el precio e imediatamente la preciada caja, y si me pudo explicar que era de finales del XIX y una clase magistral de la dureza del metal de la época, de echo, fue un desafío el desdoblar los cantos, cortar la caja y aplanar el metal, sin que el esmalte se desprendiera. Seguiré, de vez en cuando haciendo piezas con esta particular técnica, pero me conformaré con utilizar cajas de este siglo.

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